Sobre Bert Hellinger, Rudolf Steiner y los inicios de la Ciencia Espiritual
Todos nos necesitamos para desarrollar ideas creativas y plasmarlas en la vida cotidiana. Rudolf Steiner, filósofo austríaco (1861-1925), se inspira en Johann Wolfgang von Goethe, en grandes filósofos, médicos, pedagogos, para desarrollar su obra. De niño veía lo que otros no tenían acceso y fue encontrando las bases para desarrollar su gran Tarea: la unión de la Ciencia con el Espíritu. Así, da origen a la Ciencia Espiritual, la Antroposofía, como un camino de conocimiento que pretende conducir lo espiritual en el Ser Humano a lo espiritual en el Universo.
Bert Hellinger, a su vez, toma las distintas disciplinas en las que fue incursionando hasta llegar a la Terapia Sistémica (Ludwig von Bertalanffy, Teoría de Sistemas). Bert es quien descubre dentro de los sistemas, leyes y órdenes de compensación que llamó Ordenes del Amor. Según sus investigaciones, aunque el Amor sea muy fuerte sino hay Orden, no puede fluir. Es decir, primero es el Orden, luego el Amor. En este sentido, las Constelaciones nos brindan un camino de apertura para develar el origen del desorden dentro del sistema familiar.
En Constelaciones Familiares vemos reflejado el trabajo realizado por el científico Rupert Sheldrake, bioquímico y biólogo británico quien descubre los campos morfogenéticos. Cada camino realizado deja huellas, las cuales son tomadas por otros para continuar el sendero de evolución.
Anne Ancelin Schützenberger, por su parte, nos transmite que “Los duelos no hechos, las lágrimas no derramadas, los secretos de familia, las identificaciones inconscientes y lealtades familiares invisibles” trascienden sobre los hijos y los descendientes. “Lo que no se expresa por palabras se expresa por dolores”.
De esta manera, cada facilitador en Constelaciones Familiares pone de manifiesto sus capacidades, sus vivencias, su historia, aunado al silencio interior para que la Fuerza del Amor vincule lo que está separado.